Este periodo lo voy a dividir en tres:
- Adultez temprana comprendida entre los 20 y 40 años de edad.
- Adultez media: desde los 40 a los 60 años.
- Edad adulta tardía: De los 65 años en adelante.
La edad adulta es el periodo en el que se alcanza el pleno desarrollo físico, psíquico y social. Es donde se toman el mayor número de decisiones, se decide la carrera que se va a realizar, que trabajo vamos a desempeñar, si vas a tener pareja o no, matrimonio, hijos, etc. Lo que indiscutiblemente conlleva estrés, ansiedad, depresión ante la correspondencia de lo que se desea y se consigue. Enfermedades que se pueden arrastrar a lo largo del resto de la vida, teniendo siempre la sensación de gran infelicadad.
La adultez media, también llamada segunda adultez: etapa de mucha productividad, sobre todo en lo intelectual y artístico, es el periodo donde se consigue la plena autorrealización. Aunque puede producirse lo que se conoce como crisis de la edad media “Midescencia”. Proceso similar al que se sufre en la adolescencia, donde vuelve haber muchos cambios hormonales y que se caracteriza porque requiere un esfuerzo por la búsqueda de una nueva identidad.
Edad adulta tardía o tercera edad: Es el principio del deterioro progresivo físico, y cognitivo. Los deterioros físicos son obvios, se desarrollan múltiples enfermedades artritis, diabetes, enfermedades cardiacas, reumatismo, lesiones ortopédicas, alteraciones mentales y nerviosas. Entre los cambios cognitivos podemos destacar las sensopercepciones (pérdida de visión, audición, percepción de las vibraciones y memoria tanto reciente como episódica), empeoramiento en la previsión, planeación y control de la conducta, disminuya la capacidad de atención, se altera la capacidad para integrar perspectiva y se deteriora el lenguaje. Por todo ello cada vez la capacidad para vivir independiente se hace más difícil, ya que el Sistemas Nervioso se deteriora. Se va perdiendo toda la capacidad para llevar a cabo los hábitos de la vida cotidiana, como son manejar las finanzas, hacer la comida, conducir, tomar la medicación. Ante todos estos cambios también hay variaciones en la personalidad que tienden a comportamientos negativos como egocentrismo, dependencia, dogmatismo y rigidez.